Un Porsche 911 2.5 S/T, ganador de Le Mans en 1972, pasó de ser una chatarra de cuatro ruedas a ser restaurado a la perfección tras hallarse en un granero. En 2016, recuperó su esplendor original. Además, se creó una réplica moderna del modelo, destacando la labor artesanal y la innovación tecnológica de Porsche Sonderwunsch.
Existen caminos que resultan inescrutables: la transformación del 911 2.5 S/T, que es el protagonista de esta historia, de un campeón en la categoría GT durante las legendarias 24 Horas de Le Mans de 1972 a una ruina olvidada en un granero de San Francisco, nunca será comprendida. Cuando lo hallaron, este antiguo vencedor de la prueba de resistencia se encontraba en un estado realmente lamentable: presentaba signos de oxidación, estaba abollado y había sido repintado de manera poco profesional. Es evidente que, después de sus aclamados triunfos en competición, este extraordinario 911 llevó una vida completamente diferente.
La última vez que se tiene registro de la participación en una carrera fue en mayo de 1975, específicamente en Riverdale. Al mando del vehículo estaba su segundo propietario, Don Lindley. Después de pasar por otros dos dueños, el rastro de este exclusivo 911 se perdió por completo. No fue hasta el año 2008 que surgieron los primeros indicios de un posible descubrimiento extraordinario en un granero. Sin embargo, no sería hasta cinco años después, en 2013, que un coleccionista suizo decidió volar a California para sacar al S/T de su oscuridad y devolverle su antiguo esplendor. Dado que la tarea no era sencilla, la restauración fue confiada a expertos en clásicos de Porsche ubicados en Stuttgart.
En la planta de Zuffenhausen, se llevó a cabo el desmantelamiento total del coche, que fue despojado de su pintura. La restauración del icónico 911 debía realizarse desde sus cimientos con una precisión impecable. Tras enderezar el chasis en la bancada, se inició la meticulosa tarea de completar las piezas que faltaban.

Con el apoyo de los planos técnicos y los calibres de chapa originales, se fabricaron las secciones necesarias.Para asegurar un resultado que perdurara en el tiempo, los expertos aplicaron un recubrimiento catódico por inmersión. Esta técnica representa la forma más avanzada de protección anticorrosión, utilizada también en los vehículos modernos de serie.
Más de mil horas de trabajo artesanal fueron requeridas solo para la carrocería.
Porsche finalizó el diseño incorporando llantas forjadas de magnesio ligero en un elegante color plata oscuro, además de las pinzas de freno y el interior en negro. Por otro lado, la base técnica permaneció sin cambios. El motor del 911 S/T, que es un conocido motor bóxer atmosférico de 6 cilindros y 4 litros, proporciona una potencia de 525 CV y puede alcanzar un régimen máximo de 9.000 rpm. Este motor se combina con una caja de cambios manual de 6 velocidades. El peso en vacío del vehículo se sitúa en solo 1.380 kg.

En la actualidad, el 911 S/T comparte espacio en el garaje con su predecesor. A solicitud del cliente, la división Sonderwunsch llevó a cabo la creación de una réplica exacta del vehículo que triunfó en Le Mans en la categoría GT en 1972. La característica más destacada de esta obra es la pintura en un tono amarillo Light, un color que ha estado ausente en la paleta de Porsche durante décadas.
El proceso de mezcla se realizó manualmente y fue laborioso, enfrentando un gran desafío durante la aplicación de la imprimación, ya que este tono presenta una baja capacidad de recubrimiento. Esto exige un alto nivel de conocimiento y delicadeza, sobre todo al trabajar con las numerosas piezas de carbono del nuevo 911 S/T. Sin embargo, los expertos de Sonderwunsch están capacitados precisamente para abordar este tipo de retos.

Después de dos años y medio de esfuerzo constante, en 2016, el cliente pudo finalmente recibir su coche, tal como había ocurrido 44 años antes. Este vehículo fue entregado en su color original, un amarillo Light con código 117. Se encontraba en condiciones impecables y conservaba todos los detalles que tenía al salir de la fábrica en 1972. Los adhesivos de los patrocinadores y el dorsal número 41 fueron añadidos posteriormente a la entrega.
Los dos Porsche 911 S/T son un ejemplo impresionante de cómo la marca mantiene y recrea leyendas a través de su departamento Sonderwunsch. En la división de pedidos especiales, se desarrollan automóviles únicos que están basados en modelos de serie contemporáneos. La creatividad aquí no tiene fronteras, ya sea que se trate de rendir homenaje a vehículos históricos o de aventurarse por caminos completamente nuevos. Sin embargo, hay un aspecto en el que no se hacen concesiones: todas las obras de Sonderwunsch deben cumplir con los mismos estándares de calidad que los modelos de producción de los cuales provienen. Esto se aplica sin excepciones y con la plena garantía de fábrica.