Gilmore notó desde el primer día cómo su EV emitía un sonido de raspado en la rueda trasera del lado del conductor. Como es lógico, informó a Tesla al día siguiente, quien le respondió que no podían darle cita para inspección hasta pasadas las 3 semanas. Un día más tarde le ofrecieron una cita en una tienda de terceros, pero ella se negó, lo que provocó que la empresa de automóviles eléctricos le comunicase que la oferta era un error.
La dueña grabó un vídeo para enviárselo a su asesor de servicio de Tesla, quien afirmó que varios técnicos escucharon el video y confirmaron que “los frenos sonaban normales para un Model 3 de alto rendimiento". Ella no les creyó y siguió presionando para conseguir una cita, pero lo único que consiguió es que le ofreciesen remolcar el coche.
Tan solo 4 días después de adquirir su nuevo Model 3, el ruido era tal que decidió visitar una tienda independiente de Tesla. El técnico, al retirar la rueda, se encontró que faltaba una pastilla de freno en la esquina trasera izquierda. Tesla solo prestó atención a su cliente cuando vio el vídeo realizado por el técnico, en el que afirmaba que probablemente el coche necesitase una almohadilla, un rotor y una pinza de frenos nuevos.
Tesla no le ofreció un coche de sustitución, sino que le dio créditos Uber. Su Model 3 estuvo en el taller durante un fin de semana festivo, por lo que no pudo registrarse hasta el 27 de diciembre, cuando le confirmaron que todo estaría listo para el día 31. Pero una pieza se retrasó hasta el 7 de enero, por lo que no podría disponer de su vehículo hasta el 14 de enero.
Gilmore preguntó para devolver su coche, pero el gerente de servicio le respondió ofreciéndole cubrir un pago. Ella aceptó, pero exigió que se le reembolsase la inspección de 100 dólares que se gastó en un taller independiente.
La afectada ha declarado que "nunca compré un vehículo nuevo o de segunda mano que estuviera en garantía y tuve este tipo de experiencia con un departamento de servicio. No confío absolutamente en la marca Tesla. No solo me entregaron un coche que no era seguro para conducir, sino que también me criticaron por el ruido que estaba haciendo el coche. Si pueden construir y enviar nuevos Model 3P, ¿por qué no pueden reparar los que ya han vendido a la gente? No tenía idea de que Tesla tratara a sus clientes de esta manera antes de esta experiencia".
Tras esto, Gilmore ha afirmado que no sabe si quiere quedárselo o no, y que lo más probable es que se cambia a otra marca de coches.
Desde aquí, queremos destacar la multitud de quejas a su servicio post venta y que los puntos de soldadura de los coches del fabricante norteamericano parece que están fabricados por gente no demasiado cualificada, habiendo recibido varias denuncias por parte de sus usuarios.
Fuente: Thedrive.com
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