formula 1

Ferrari ha presentado el nuevo SF1000, el coche con el que Charles Leclerc y Sebastian Vettel intentarán romper una sequía de 12 temporadas sin títulos para la Scuderia y que recibe el nombre por la carrera 1.000 en el Gran Circo para los coches rojos, que llegará en este 2020.

La próxima semana asistiremos a la presentación de los equipos con sus pilotos para la próxima temporada que comienza en Australia el mes de marzo. Antes los veremos en las sesiones de pretemporada en Barcelona.

Para la Fórmula 1 todo ha sido plácido en estos últimos años. La disciplina avanzaba sin mayores problemas que los que podían surgir sobre las normas y las noticias surgidas de los equipos por diferentes motivos. Ahora han surgido dos que van a incidir en su desarollo ya este mismo año.

La temporada empieza en Australia, como siempre, el fin de semana del 13 al 15 de marzo y termina, también como siempre, el fin de semana del 27 al 29 de noviembre.

Está muy bien que Mattia Binotto responsabilice del desastre rosso de este año a una supuesta equivocación en el diseño del SF90 durante el invierno pasado y, desde luego, también parece adecuado que nos tranquilice sobre la sana y deportiva relación existente entre los dos pilotos oficiales y nos haga soñar, de paso, con la deseada recuperación de forma de Sebastian Vettel para 2020.

Parecía que todo iba a estar muy igualado, pero los Mercedes ha sido muy superiores con Verstappen cerca y los Ferrari vuelven a dar una mala imagen. Vettel ya no está y Leclerc tiene que aguantar las malas decisiones de su compañero de equipo.

La última prueba de la temporada va a ser una incógnita, aunque los Mercedes parecen un poco superiores a los Ferrari y más sobre los Red Bull. Bottas ha cambiado motor y dejará solo a Hamilton para defender a la marca de la estrella.

Una carrera impensable en la que sólo el holandés cumplió con los pronósticos. Carlos Sainz terminó 3º después de una remostada épica desde la última posición y se dieron circunstancias no previstas que le auparpn hasta un podi, al que subió Hamilton y que le dieron al español después de la carrera.

Resulta curioso comprobar cómo en la prensa especialista apenas existe el Lewis Hamilton que da sentido a sus cifras. Más allá de los seis títulos mundiales que lleva a sus espaldas —el último conseguido la semana pasada en Austin (Gran Premio de los USA)—, tenemos uno de los pilotos más puros de la parrilla que, sin embargo, ha precisado de una larga etapa de dominio absoluto de su escudería para consagrarse como el mejor conductor.

El objetivo es permitir que los coches se sigan más de cerca, que las parrillas sean competitivas sin grandes diferencias entre los coches y que los monoplazas sean muy atractivos visualmente.